viernes, 24 de noviembre de 2017

Un campo de melodías afinadas



Y una vez más con las ganas de reír llorando.

Una y cien más.

Una y todas.

Apostando Sí al amor en un bello duelo.

Tu desnudez imparcial en el límite entre ser el más cuerdo o atreverse a volverte loco.

Sí al amor.

Sí y nada más.

Un extenso campo llano color tierra, que hasta árido pintas verde cuando el hormigón llega.





Este eres tú, el que saltas en los charcos y sonríes bajo la lluvia.

El que se moja por la vida sin paraguas.

El que transforma en estrellas fugaces las bombas que ansiosas caen sobre nosotros.

El que hace melodías afinadas con el estruendo de los impactos.

El que no deja de latir en una guerra que le apunta y rodea a 360 grados.





El que aun regala flores aunque ya no gusten.

Con ellas corres con el sol a tus espaldas, dando color a este campo, salvando a las almas perdidas.

Dando aire a los asfixiados.

Volviendo a volar como tú solo sabes y que nadie te pare.

El mejor regalo es darnos aquí donde estamos y que nadie te diga lo contrario.

Date siempre sin esperar ni contar cuanto recibes.

El mañana siempre es incierto, pero hoy, hoy eres la flor que tiene motivos para florecer siempre con estas ganas de reír llorando.

Florecerás siempre sin necesidad de raíces.

Una vez más.