sábado, 30 de diciembre de 2017

Mi perfecta sintonía



Eres la melodía desafinada que entre las teclas de un piano se esconde,
La sonrisa contenida en un entierro,
Las lágrimas que se derraman riendo a carcajadas.


Eres de quien me acuerdo sin venir a cuento,
El deseo de un sábado por la tarde en el invierno,
El olor a gasolina que ansías en el preludio de un viaje.


El sonido de un cafetera que ha derramado ya su aroma en el fuego,
La incertidumbre de la llamada perdida desde un número oculto,
El placer del suavizante azul en unas sábanas mojadas.


Eres el motivo de las horas escribiéndote,
La espera de una hoja a ser escrita de la historia,
La tinta que agoniza en el bolígrafo gastado.


Eres para mí, todo aquello que eres,
Todo aquello que no ves,
Todo eso que te hace ser, 
sin dudarlo,
mi perfecta sintonía.

(Mateo Bocca)







miércoles, 20 de diciembre de 2017

Huellas perdidas de un camino sin regreso (El booktrailer)



Si quieres conseguir el libro puedes hacerlo  a través de transferencia bancaria o por Paypal.

Su precio son 20 Euros.

A través de Paypal siguiendo este enlace : https://www.paypal.me/mateobocca/20

A través de transferencia o ingreso bancario al siguiente número de cuenta ING ES14 1465 0120 37 1712066653

Una vez hecha la compra, solo tienes que mandar un mail con tus datos de envio y se te irá informando de todo el proceso.

mateobocca@gmail.com


viernes, 15 de diciembre de 2017

Huellas perdidas de un camino sin regreso, mi primer libro que ve la luz.


Siempre he amado escribir, toda mi vida he sentido tener un alma extinta de poeta, nunca he sabido si lo hago correctamente, mal o bien, solo he sabido que ha sido la vía que más ha hecho viajar a mi interior. 

Nunca me he atrevido a publicar nada más allá de palabras y reflexiones en un blog con un solo nexo en común, el de mi forma de mirar a la vida con la metáfora como mejor amiga. 

Amante de lo melodramático y con la adrenalina de buscar siempre el mensaje positivo de entre todo lo obscuro. 
Este es un diario convertido en libro, es la primera vez que escribo sin intención de contar nada, solo lo vivido en un viaje con la naturaleza y sin más que con tu naturaleza, por lo que me animaron los pocos que lo leyeron a que se convirtiese en mi primera publicación oficial, una en la que no hay géneros ni etiquetas, ni más intención que la de contar unos pasos que me han dado mucha paz.

Y es precisamente por ello que al no ser algo pensado con un fin, sino sentido de manera muy personal, podía expresar mi más sincera naturalidad, con reparo de mostrar mi desnudez pero muy ilusionado a la vez.

Así que es un placer anunciar que bajo el sello de Uno Editorial mi primer libro ya se puede conseguir.

Huellas perdidas de un camino sin regreso está escrita en clave de diario autobiográfico.
Es fundamentalmente narrativa, y se caracteriza por la mezcla de géneros literarios como la auto ayuda, lo metafórico y lo poético. 
Tiene pinceladas de guía para realizar el Camino de Santiago de una manera al uso, sin entrar en ideologías religiosas ni historia.

Una andadura por el Camino de Santiago con la única compañía que la de una mochila medio vacía que va llenándose de vivencias y lecciones que la sabia naturaleza te enseña.

Huellas y señales para la libreta en blanco de tu vida que te llevan a conocer muchos otros caminos que siempre han estado ahí y no sabias llegar.

Traumas, perdidas, dolor, amor, éxitos, fracasos...Nos hacen dar por perdidas las emociones de la desnudez de la vida.

El paso del tiempo quiere que pases con el, solo se trata de andar, encontrar tu camino en esta etapa de la vida para perderte dentro de lo perdido y encontrar el significado. 

No se trata del lugar, ni de llegar a ningún destino, sino de conectar con tus pasos allá donde estés.

Yo te cuento sobre los míos pero tienes que dejarte llevar y soñar.

Los sueños son el mejor puente en caminos largos.

Ilustración de Trentaonze



Podéis adquirirlo  a través de transferencia bancaria o por Paypal.

Su precio son 20 Euros.

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viernes, 24 de noviembre de 2017

Un campo de melodías afinadas



Y una vez más con las ganas de reír llorando.

Una y cien más.

Una y todas.

Apostando Sí al amor en un bello duelo.

Tu desnudez imparcial en el límite entre ser el más cuerdo o atreverse a volverte loco.

Sí al amor.

Sí y nada más.

Un extenso campo llano color tierra, que hasta árido pintas verde cuando el hormigón llega.





Este eres tú, el que saltas en los charcos y sonríes bajo la lluvia.

El que se moja por la vida sin paraguas.

El que transforma en estrellas fugaces las bombas que ansiosas caen sobre nosotros.

El que hace melodías afinadas con el estruendo de los impactos.

El que no deja de latir en una guerra que le apunta y rodea a 360 grados.





El que aun regala flores aunque ya no gusten.

Con ellas corres con el sol a tus espaldas, dando color a este campo, salvando a las almas perdidas.

Dando aire a los asfixiados.

Volviendo a volar como tú solo sabes y que nadie te pare.

El mejor regalo es darnos aquí donde estamos y que nadie te diga lo contrario.

Date siempre sin esperar ni contar cuanto recibes.

El mañana siempre es incierto, pero hoy, hoy eres la flor que tiene motivos para florecer siempre con estas ganas de reír llorando.

Florecerás siempre sin necesidad de raíces.

Una vez más.





jueves, 7 de septiembre de 2017

El tiempo



 Como cuando la margarita que deshojas dice SI pero el tiempo a destiempo dice NO.

Nos reímos a través de palabras que seducen lo que otras verdaderamente querían decir.

Y subimos como sube la espuma de una cerveza artesana mal echada.

Y bajamos, como bajan las persianas de los que tienen miedo a sentir.

Sentir con miedo el olor que deja por la mañana una sábana bajera tras un sexo incierto.

Incierto como el amor que te enseñaron y que aún no logras del todo entender.

Entender por qué existe el miedo a pronunciar amor.

Amor diferente al de esas películas románticas con final predecible.

Aún andas a zancadillas sobre tus latidos, más  fuertes que ese amor... Es amor a tu estado de ánimo, amor al día  en el que te encuentras, amor al olor que te hace recordar pero también al que te provoca curiosidad, amor a la libertad y a las cuerdas que paralelamente te atan a ella.

Todo fluye, es todo tan plácido como el escuchar agua de río que emana a la misma vez que tu cuerpo se estremece con algo de césped.

Es tiempo de sol,  sol de verano, sol de otoño, sol de un día de invierno, sol primaveral...es tiempo de hablar del tiempo.

Esa tranquilidad empieza a turbarse cuando de repente alguien te planta cara con una invisible vara de medir el tiempo de los sentimientos, de los latidos, de las risas, de los minutos perdidos en vuestro mundo. 

Alguien tiene mucha prisa por encontrarse de repente... por desetiquetar lo que él mismo solito a etiquetado...



Tu cara de poema se va transformando entre la incertidumbre de no saber ni siquiera que existían las etiquetas.

Se ve que la persona de la vara de medir ha visto más películas predecibles que tú.

Te transformas, te rompes, te hundes, te encierras, te acomplejas, te retiras...

Otro gilipollas más que ha roto una flor en medio de su florecer.

La persona de la vara de medir te dice que eso parece amor pero que él no quiere amor... Y tú  le escuchas preguntándote ¿Qué es el amor ?

Te dice que esta todo genial pero que hay que frenar.

Es como estar hablando con un ser ilógico...

Como con alguna especie de Ser extraño que mide cuándo debe estremecerse tu cuerpo en un campo de césped... Que mide la velocidad del riachuelo que te calma tanto en vez de dejarte llevar con esa calma y olvidar cuánto tiempo llevas relajado.

Es hablar con un Ser que necesita tiempo, lentitud, necesita espacios aun cuando jamás te has apropiado de ellos.

Y ya van unos cuantos seres, unas cuantas  conversaciones similares.

Y entonces... caes en que quizá la ilógica eres tú...en que la que vive a destiempo eres tú... Y que hueles raro.... pese a llevar pensando todo este tiempo que olías tan bien.

Destiempo de Diego González Monnereau


Pero de acuerdo.

Asumámoslo.

Después de pudrirte un poco en tus demonios, renaces sin contar cuánto tiempo ha pasado desde la última conversación de ese tipo...

Y ahí  estas... FeliZ con tus rarezas.

La Heidi de tu barrio, imparable por sus calles y anhelosa de enfrentarte una y otra vez a la gente a destiempo.

Les das su tiempo...

Su tiempo para que aprendan que lo que es natural es imparable.
 
Que pueden tomar mil decisiones pero lo que tiene que pasar, verán, pasará.

Que lo que tiene que ir bien irá... Y lo que tenga que ir mal,vendrá.

Que medir tus pasos solo Servirá para disfrutar de lo bueno y malo, más o menos tiempo.

De acuerdo, ahí  le das su tiempo.

Un tiempo que es tuyo... Pero bueno...Siendo amable se lo regalas.

Su tiempo que es tu tiempo para reafirmarte, para brillar por ti sola, para ir despertando en otras sábanas, para oír muchas canciones, para matar más películas... Tu tiempo para esclarecer que tampoco vale tanto la pena esperar ...que no lo vale nada... Que él, no vale nada...

Ni tu tiempo ni el suyo...



Que cuando él quiera pestañear,

Tú ya te habrás secado las lágrimas, pintado con purpurina, haberla esparcido en sábanas de olores varios.

Y ahí seguirás intacta, pura, sin etiquetas, con tu amor por él en el mismo momento donde se quedó.

Porque una cosa no quita la otra... y tú  no has invadido espacios ni medido las horas... 

Solo las has vivido. Atada con tu libertad y a nadie  más.

Ahí volvéis a estar uno frente al otro...

 Parece que el tiempo no haya pasado.

Unas miradas imborrables batiéndose en duelo.

La de él vacía en la tuya...


La tuya tan llena de vida.

jueves, 10 de agosto de 2017

Gafas de Sol



Pocas veces en los últimos años podrá  verse una fotografía  en la que use gafas de sol.

No sé  realmente con exactitud cuál  es el motivo a tan peculiar  detalle.

Siempre he pensado que la gente que se presenta con gafas de sol es porque oculta algo.


          


Quizá sea por eso o tal vez por que mi lado vanidoso no soporta las marcas que te dejan en un paseo con el sol frente a ti.

He preferido en esos casos, el achicar los ojos y acentuar las patas de gallo, esas líneas que como las discontínuas se suceden tras un largo recorrido.




El caso que aun teniendo gafas de sol y ser muy recurrentes para todo aquél  que quiera adoptar una pose de interesante, no llegan a cuajar con mi persona.

Será  que me gusta mirar a los ojos, caminar de frente por la vida, sentir la inclemencia del tiempo chocar en mi vida como naturaleza salvaje que no se detiene en su camino ante nada.

Será  que aprendí  a perder el miedo a las palabras calladas que dice una mirada, a decir lo que los labios secos no dejan fluir.

Usar gafas de sol es para mí, cosa del pasado.



Es como los cafés de cafetería  cualquiera  en una mañana nublada de Madrid o de cualquier otra calle adyacente de cualquier lugar donde terminas en shock despues de una intensa historia.

Es el sudor que se acartona en los pliegues de unas sábanas que amanecen.


Allí,  esos lugares donde a través de las gafas escondías la intensidad de lo vivido  ante la presunta normalidad de todos los que te rodean.

Son tus mañanas de resacas, tus excesos de decadencia, tus ganas de desaparecer hasta que aparezca el sol tras ese cielo nublado.

Es el tiempo a destiempo.



Es ir al supermercado y evadirte de tanta simpleza tras unos auriculares que te transportan al mundo de los genios de la canción.

Es anochecer en un coche esperando con cautela una señal de la madrugada para llegar más alto que la luna.

Es llorar porque sí,  porque algo que no sabes te hace llorar.

Es como las marcas que tapan la belleza de los maltratados.



Es como la valentía efímera que te aportan los primeros amores ante  la droga del desconocimiento.

Es como el pelo rizado que matas con un secador en forma de Revólver.

Es como el perfil que hila el ansia de ser amado.

Es como al perfume que regresas en busca de las cenizas de unas emociones  muertas que aún tratas de revivir.

Es como la camisa de fuerza que no aceptas y de la que tratas de escapar.

Es como el éxito de momentos que siempre acaban sin éxito.

Como los fracasos que acaban con éxito, que no acaban.

Es como el sexo vacío que se empieza creyendo que se llenará con el tiempo.

Es como los "Síes" que pronuncias cuando en tu desnudez todo es negación.



Es como la mancha entre tus dedos de un dibujo de acuarela.

Es como los gritos callados que se endurecen  en tu estómago hasta enfermarte.

Es como la saliva que tragas cuando no debes y escupes cuando no toca.



Es el amor que siento por ti, y el que siento  por él,  y el que siento por alguien a quien aún no conozco pero que amo conocer.

Es como la cobardía  de darle toda la responsabilidad al ciclo de la vida.

Es como el egoísmo de los hijos con sus padres.



Es como  el juicio en el que sentencias de otros lo que tú ocultas.

Es usar  gafas de sol por la noche.

Usarlas dentro de una tienda.

Usarlas bajo la lluvia.

Usarlas... ¿por qué?

Y... ¿por qué no?

Ya he dicho al principio que no sé  muy bien por qué.

Pero es cosa del pasado y quizás  el no usarlas son mi excusa perfecta para escribir todo esto en un agosto en el que  yo no me he puesto gafas de sol.






martes, 27 de junio de 2017

Desequilibrados emocionales... ¿A Dónde Vamos A Parar?



Noches en las que todo desequilibrado emocional se pregunta hasta que punto es positivo el estar en la continua montaña rusa en la que sus propios conflictos le crean preguntas sin respuestas, miedos e inseguridades y noches carentes de sueño.

Suelen ser fuertes en las subidas pero tremendamente kamikazes en las bajadas. Y es en estas ultimas donde la tierra se derrumba bajo sus pies.
Nacen entonces sus alas que divagan volando entre la locura y la resignación.

Es inevitable el miedo en esos momentos, y aunque siempre, una y otra vez, se sabe que es temporal y que la subida esta cerca, es innegable que el martirio de las bajadas puede ser mortal.

Cualquier tiempo pasado fue mejor, ciudades quemadas por el ansia de crecer y que una vez creciste, no hay rastro de lo que fue, y ahora ni el lamento encuentra su lugar entre tanta nostalgia de esas ciudades desoladas,desgastadas y ya tan reformadas.



Te enamoras, siempre fue tu gasolina, el amor, y un amor tan grande que no ha dejado de crecer nunca, nunca es demasiado y siempre de salto en salto hacia un amor más grande, que como tú, crece y crece, y es el amor más libre, del que no han escrito los antiguos poetas, los sabios de antaño, un amor que ni hablado esta, que ni encerrado existe, un amor que todos sienten pero pocos dicen.

Un amor que no tiene contorno, ni limites, ni forma de corazón.

Ser un desequilibrado emocional en potencia puede ser un desastre, pero con este amor, estas a salvo. Es un flotador, un salvavidas.
Da miedo serlo pero no por uno mismo, si no por los demás

A veces pienso que me debería quedar solo porque no cumplo ningún perfil ni expectativa unipersonal, ni de pareja, ni de empleado, ni de mejor amigo etc...

Soy raro, Lo acepto, lo asumo y necesito amor y libertad a la vez, amar a la libertad y que ella me ame a mi.



Pero no hablo de amor de pareja, hablo de amor a mi vida,de llevarla por donde quiera, de amor a vivir cada día como si fuese el ultimo.

El estar en pareja hace que quieras estar en el punto donde ahora mismo estas. Pero a su vez, no eres feliz yendo por ese sentido de la vía.
Estas donde estas ahora, tan estable, tan trabajador, tan en el sistema, por aportar algo a quien amas pero sabes que tienes que romper con algo y mientras tanto te rompes la cabeza a pensamientos que como un martillo retumban dentro.

Necesitas romper con algo, lo sabemos, siempre lo has hecho cada cierto tiempo.

Y yo, aunque no tenga nada que ver con un banquero ni con un hippie ermitaño de esos algo "alocados" porque no me veo ni como uno ni como otro, a veces quiero ser como el banquero por los demás que conviven conmigo en el sistema y por el amor "tradicional" a la prosperidad de los lazos que paradójicamente libres creasteis....
Pero muy en el fondo por otro lado, sé, que acabare más como el hippie y no precisamente por su forma de vestir, si no porque su estilo de vida encaja más, cada vez más, conmigo.

No sé si me explico.

Que soy un hippie en un mundo de banqueros aunque lo que realmente querría ser es un banquero en un mundo de hippies.



Quiero ser un enamorado eterno del amor y de la libertad, en un mundo de parejas tradicionales.
Y esta aunque pase desapercibida es la parte más dura.
Es algo muy duro el tener que luchar cada día contra lo establecido, contra un mundo que no se da cuenta que nadie puede manipular los sentimientos, que esos se sienten, no se dictan, y que lo que hacemos hoy en día, es lo que por una cultura se ha dictado hace miles de años, una sociedad, un sistema.

Es duro luchar contra eso, y solo encuentro refugio en mi y entendimiento en el mio propio.
Pero el mundo no esta preparado para los libres, el mundo no te deja ser libre en ese sentido.
Siempre siento que tengo que defenderme.

La teorice la aprobé mil veces, la practica es otro asunto más complicado o al menos osado para muchos.
La practica no sé como irá, no lo sé ni yo mismo y es que nadie nos enseño y quizás nos estrellemos pero estoy haciéndome a mi mismo y cada día trato de ser mejor persona siendo libre y sin hacer daño a nadie.
Es mi granito de arena a un cambio en el mundo.

Por eso todo el tema del amor no es algo que tenga que ver con parejas o dudas sobre tus relaciones, eso es lo único claro que tengo.

Es problema de no poder ser ese loco o arriesgado que eras en una vida buscada dentro de otra vida impuesta.

Porque si trato de salir de la vida impuesta, dejaría de responder a lo que se supone que una persona busca de su pareja, amigo, compañero, etc...



De alguna manera entre el bien y el mal, entre lo que haces con lo que se supone debes de hacer estas coartado en una vida tradicional pero no lo eres y te encuentras entre la espada y la pared a pesar de todo el respeto de los demás que hoy en día nos han enseñado a la humanidad.

Lo sé, tomarías todas tus cosas o las que quepan en una bolsa y romperías con ese "todo" y te irías a otro lugar, persona, ciudad, estado...donde fuese....pero no puedes porque amas y te muerdes una y otra vez la cola como la pescadilla.
Amas y no puedes obligar al mundo a que te sigan porque amas que cada uno encuentro su ritmo, su momento, su caos.

Y tú no pintas nada en este lugar ya, solo el amor que le tienes.

Por eso esto no es un consejo, es solo una ventana al caos de los que sentimos y amamos sin etiquetas.

No hablamos de libertad sexual, ni de amor con condiciones de pareja,celos, tradición y romanticismo.
Hablamos de empezar de cero, de atreverse a sentir otras cosas, a respetar otros modos y a ser más auto suficientes en las enseñanzas de la vida y no arcaicos de leyes culturales desfasadas.

Hablo de mi libertad, y todo lo que puedo llegar a amar con ella, atados pero tan libres¡


lunes, 12 de junio de 2017

Serenidad

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Le miro desde la lucidez que da la madrugada y roza mi alma como cartulinas que esperan a ser dibujadas

Me siento cerca y a la velocidad que puede llevarme la luz de una pantalla con el "word" esperando a ser escrito.

Me encuentro enamorándome como el río que se desborda a raudales.

Siempre enamorándose, tan enamorado, tan encantado.

Me observas, quieres descifrar pero da igual, da igual, créeme, porque nunca nada es igual.


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Me rio con la sonrisa que pasa ajena a la lluvia de lágrimas de no sé muy bien por qué.

Amar a la ultima persona con la que hablas cada día que se convierte en noche.

Amar a ¿"quién será"? quien aparece en tus sueños inquietos.

Y si no estabas saciado de amor, te levantas y sientes amar a la primera persona que te da los buenos días.

Me duele el alma la voz del cantante de la ultima canción que te dedican, si, esa que a los 100 días ya no escuchas porque otros cantantes, otras voces, y otras canciones te enamoran más de lo que ya lo estabas.


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Me encuentro interpretando el papel futurista del jugador que esta en medio de una guerra y usa unas gafas virtuales donde todo se convierte en paz.

Es esa guerra previa la que batallas para luego vivir con la frase acechadora de "Que bien vives¡"

Esa que pronuncian desde la ignorancia los que no fueron valientes de asumir los riesgos del juego.

Hasta aquí, estamos igual entonces.

Amo tu sonrisa y amo la mía.

Puede no haber paz pero si estas a mi lado...ay¡ si estas a mi lado.

Se llama Serenidad.

Buenas noches

11/06/2017  23:57h

Mateo Bocca


jueves, 6 de abril de 2017

¿A dónde van los vuelos que no tomamos?


Hace días que regrese del camino de Santiago y aunque durante el mismo, escribí muchísimo de la manera tradicional, a lápiz y papel, no he conseguido sacar las ganas de poder plasmarlo por estos lares digitales.

Quizás es porque el camino más que escribirlo, hay que sentirlo y todo lo que pudiese decir de él, quedaría injustamente corto para lo que merece.

El camino eres tú, y solo caminando podrás leer lo que podría haber puesto.



También es quizás que cada día tengo más ganas de desaparecer para vivir más.
Que cada vez son más las escapadas con la ausencia a sitios anónimos.

También quizás esa especie de depresión post vacacional que te deja el regreso al asfalto tiene algo que ver.

Echo de menos, ( para no variar en mi maldita nostalgia diagnosticada por mi mismo, como mi enfermedad más presente) ... echo  de menos hasta el más mínimo ultimo momento relacionado con el camino, como ejemplo, al azafato en pruebas de Iberia que como un amigo de guardería se presenta en tu vida para marcar los últimos y primeros pasos de lo que seras a partir de entonces.

Y los primeros momentos siempre marcan.

Para ser franco, amo mirar las cosas siempre como un comienzo y no como un final, pues nunca he sido de despedidas.

Nada termina realmente si te pones en el sitio preciso de la perspectiva deseada.
Solo cambia...

Y aquí estoy hoy, con una imperante necesidad de dejarme los dedos en el teclado.De escribir, no sé muy bien de qué pero de escribir como casi siempre mi silencio a gritos.

Escuchando en bucle "Who knows where the time goes" de Nina Simone que se pregunta algo así como qué quien sabe donde va el tiempo.



Y es precisamente el momento ideal para escribir, cuando esta mañana hablaba con Isa, sobre un billete, casualmente de Iberia ( todo se recicla ) que no iba a ser utilizado.

Hace meses en uno de esos ataques repentinos de vida que me dan, compre un vuelo a Ibiza con esta compañía sin saber que seria de mi para entonces.Al final como digo,todo cambia, todo se recicla, todo acaba y todo empieza y mis circunstancias ahora me han impedido poder hacer uso de esa plaza en el avión...

Yo le decía a ella que ¿ A donde van los vuelos que no tomamos ? Tengo claro que a su destino, Pero yo imaginaba que de alguna manera en ese asiento vació deben quedar muchos anhelos, muchas intenciones, mucha parte de ti...

Quizás las personas con las que te ibas a sentar a su lado, eran protagonistas en tu vida o tal vez hay algún pasajero de ultima hora que ocupa tu asiento al no presentarte y vive por ti todos los anhelos que tu reservaste para ese momento.




 ¿Te imaginas a alguien encontrándose en el asiento toda tu voluntad?
¿De alguna manera robandote toda la energía puesta en esa reserva?
Puede ser hasta un acto de caridad aunque a veces puede ser fatal el vivir los anhelos de otros.

Lo que a ti te puede hacer la persona más feliz del mundo, a mi me puede joder la vida.

Por eso creo que es importante tomar siempre los vuelos ahora que ya dejaste pasar todos los trenes.
Y si no vas a poder volar, al menos avisa a la compañía aérea para que puedan liberar tu asiento y tus anhelos vuelvan contigo para ser bien utilizados en otro vuelo.


En realidad si lo pensamos, nosotros, las personas y nuestra relación con la vida, no dista mucho de los aviones y su vuelo por el cielo.

Reservamos continuamente metas y destinos de lo que se supone que debemos conseguir en la vida.
Parece que nazcamos con la pestañita marcada de estudiar, independizarse,comprar vivienda, boda, familia..etc  y si te saltas alguna de estas casillas o las realizas en otro orden el precio a pagar es caro, lleva penalización.

Andamos cada día como en un aeropuerto con miles de personas hacia todas las direcciones y cruzándose entre si para rumbos diferentes pero todos queremos llegar a un lugar, todos quieren volar...y hasta ahí todo bien.

Pero si intentamos facturar más peso del natural en nuestro equipaje puede salir muy costoso. Cargas emocionales, vueltas en nuestra cabeza innecesarias, estres, ansiedad laboral, dudas existenciales, amor embarrado.



Y no es hasta cuando una compañía te pierde la maleta en un viaje cuando te das cuenta que todo es prescindible, que no te hace falta nada, que tú lo eres todo, así como de la misma manera tú haces el tamaño de los problemas según la importancia que les des.

Un ejemplo,un amor que contienes no es amor, un amor con barro no es amor, el amor es amor y es maravilloso y en el momento que no te deja avanzar, o lo reprimes,mides etc por medir el tiempo que conoces a quien se lo quieres dar, no es amor.

Vive todos tus anhelos, gasta todas tus reservas, porque otro las puede vivir por ti, tu lugar será para otro y no es justo que se trague las mierdas que dejes en él, que algunas cosas serán perfectas pero para ti pero otras pueden ser muy pesadas.

Así que muevete, vuela, y si vas a tomar otro rumbo en lo que estas haciendo ahora, avisa a quien este implicado para dejar el lugar limpio y libre de cargas, sin pestañas marcadas, sin leyes preestablecidas.

Haz tu vida, tu vida, tu vida...siempre tu vida sin juzgar la de otros y solo así seras un pasajero de primera.


viernes, 27 de enero de 2017

Nadie en un mundo de genios


              


Recuerdo cierta época ya lejana, la que enlazaba el final de los 90 con el año 2000 en la que escuchaba  temas que no quedaban muy lejanos como Everybody Hurt o Losing  my religion de Rem, What's up de 4 Non blondes, Underworld de Born Slippy, Dreams de The Cranberries, la versión de Sacrifice de Sinead O'Connor o quizás el más  lejano aun Space Oddity de David Bowie.

Temas que de alguna forma incógnita se marcaban en tu vida presagiando el olor de leyenda que dejarían en un futuro.

Y es que hay épocas que puedes llegar a oler gracias a la música.

La música que no se parecía a nada, la que estaba hecha de una forma que solo moldeaban los genios, las que tenían escrita en sus letras la musa que trágica y tiránicamente desaparecería con la llegada de la era de las redes sociales.

Ella y las radios, ella y las cintas de cassette, la sensación y crujir del plástico que envolvía a los CDs nuevos, tan deseosos como nuestra pequeña emoción de oler los libretos y pasar sus paginas con el cuidado y respeto que te provoca una obra de arte.

Todo eso desapareció y a fin de cuentas para una primera instancia de comodidad y accesibilidad para todos.
Digo a primera instancia porque en el balance que uno hace con los años se estremece al comprobar que el olor que aquello provocaba no se ha vuelto a fabricar.

Es un recuerdo, un triste recuerdo de un pasado que quizás no era tan fácil todo pero que la música te lo hacia más  apacible con su magia.

Vivimos en una era en la que todo ha quedado al descubierto en nuestro afán por descubrir y quitar el disfraz a las misteriosas incógnitas de la magia.

Como aves carroñeneras en las que me incluyo fuimos haciendo de una era de expectativas todo un desastre de egos.

Los genios se hicieron mayores, fueron envejeciendo de tristeza, creo que a algunos los mato la pena.

Ahora cualquiera tenia a su alcance las herramientas para adueñarse de la magia y hacer obras de arte pero con la técnica que otros crearon, con la magia grabada por los cuatro costados para que no hubiese misterio ninguno en el proceso.

Todos jugamos a ser genios,  todos nos hicimos artistas oficiales , todos  nos hicimos escuchar,  nos expusimos al mundo matando el poder de una imagen que una fotografía de carrete proporcionaba.


Nos alimentamos poco a poco del frenético ritmo del ego que por defecto va creciendo en esta era tan nueva para nosotros.

Somos los primeros en vivirla,en experimentarla...y quizás la malvivimos.
Me pregunto que les espera a las nuevas generaciones si sus recuerdos son estos que nosotros estamos dejando ahora...si sus genios somos nosotros que no sabemos bien lo que hemos hecho con el control que nos han dado las redes.

Hoy todo el mundo esta cerca uno del otro.
Hoy hay saturación de egos,kilométricas filas de canciones y artistas que sueñan con ser emergentes, millones de filas de gente con ganas de contar al mundo sus vivencias afanosos de que otros millones de séquitos les sigan hasta hacerles dioses de sus pasos.

Antes eras lo que la educación recibida, ahora somos lo que nos influye esa ventana tan atractiva como peligrosa.

Lo tenemos todo a golpe de teclado.Todo...nada nos detiene.

Hablo en mi caso de arte, de música...por recordar un olor que nos hemos cargado.Pero podría hablarte de cualquier sector,de cualquier tema, de cualquier cosa que ya no te hace falta salir de casa para obtener.

La tradición de salir y obtener algo para saber un poco de la vida...

Las redes sociales en principio una herramienta para hacernos mas sociales se ha convertido  en todo lo contrario.La mala utilización por nuestra parte nos hace menos sociales.

Entregamos nuestra autoestima a un puñado de "likes" entendemos por conversaciones un puñado de palabras abreviadas con emoticonos.
Ya no tenemos amigos de "banco" ahora o tenemos seguidores o no somos nadie.
Ya no tocamos  timbres para reunirnos y crear nuestro mundo sin salir del barrio,ahora pasamos fotos vertiginosamente dando a un corazón digital para llamar la atención  pero no nos acordamos en minutos de quien era esa persona porque ni nos paramos a conocer más  allá de la fachada.

Esto es un no parar....



Podríamos hablar  también del toque amoroso.

¿Donde quedaron esos fines de semana en los que tu mayor coqueteo era buscar a la persona que te gustaba en ese local donde la viste  por primera vez?
En vez de buscarla en google o entre un surtido de fotos de una app como de un mercado de productos se tratase.

Y ahora volviendo a escuchar pongamos que la versión del Sacrifice de Elton John por Sinead O'Connor pues me dan ganas de llorar.

Los genios  nos dejaron un legado, los padres unos olores de infancia,  nuestros profesores unas éticas,nuestros barrios unos lugares y ahora que se van yendo todos los precursores...nosotros en muestro afán de crecer sin sentido...nos hemos cargado los legados,esfumado los olores, olvidado las éticas,destrozado los lugares.

En ese afán...por llegar a no sé  donde.Porque nos haremos mayores y nuestro destino al final sera el mismo.No sé  si me explico...¿No seria mejor alargar más lo bueno antes de convertirlo en recuerdo?

Dicho esto, a veces tengo ganas de desaparecer del mundo social.Cerrar el chiringuito donde escribo,donde canto, donde trato de ser genio...cerrarlo todo...borrar huella e ir a hacerlas caminando por lugares sin necesidad de retransmitirlo.

De vivir como antaño.

Me dan tantas ganas no de no ser nadie, sino de ser nadie.

Pd: Si algún día no me veis por aquí...alegraros de que un don nadie ha encontrado su lugar de verdad.


martes, 10 de enero de 2017

...y ahora ¿Qué?


Y ahora que los quizás, traicionaron a los "Si"
Que el no más oscuro sube del cuello a sus mejillas blancas queriendo cegarla.

Ahora que por una vez nos disponíamos a hacer las cosas bien.

¿ Para qué ?

Tanto sacrificio, una vez, y otra vez más, tanto, para tan poco corazón.

Que tiene el corazón muy grande para tan poquito pecho.

Menos mal que algunos hemos sido tatuajes eternos con la calidad suficiente para permanecer en su piel y saber que por altas que sean las olas en las que surfea, no le ahogaran.

Puede permitirse morder la rabia, puede permitirse incluso si así lo desea, dar mil pasos a atrás...pero sé que no lo hará.

Copas de cristal hechas añicos nos avalan.

Sé que no lo hará... pues ya es una mujer, de esas que la leyenda busca para hacerse como tal...porque tiene la elegancia de imperar gritos silenciosos.

Ya puede arder la cruz de direcciones, que pongo la mano en ese mismo fuego por ella, porque no, porque no es justo.

Me quedo yo con ese amor desbordante, ese que al que siempre he seguido.
Ese al que otros han enfermado hasta evaporarlo.

Sucias necias.

Hoy nos toca bajar las persianas, y mañana volver a cosernos a base de risas descontroladas que la experiencia de la vida nos pone por ser privilegiados.

Eso será mañana....  Pero...
                                                        ...y ahora ¿ Qué?




viernes, 6 de enero de 2017

Brooklyn



Amar infinitamente en espiral, en aire, en gas.

No detener las llamas del incendio que provoca la ansiedad.

Respirar hondo, expirar donde tus labios ya no alcanzan a atrapar.

Es el tacto de una piel, de la yema de unos dedos.

Es un color vibrante de explosión.

Pestañas rojizas que besan las lágrimas de melodías internas.

Ondas de bochorno que se calman con las notas.

La escalera de emergencia de un departamento en Brooklyn, bloqueada.


Una guitarra y las 88 teclas de un piano, hacen una espiritual salida con alas.

Volar hasta las calles, de un gris multicultural

Sentir el arte urbano en graffitis casi borrados

Ayudan esas voces negras de un góspel

En un viaje sin precedentes, con destino emergente.



La música es la sangre.

El amor mis venas.

¿ Por qué limitar que fluya, si es la vida la que sigue ?

Me siento en un sueño del que quiero despertar.

Y una vez amaneciendo comprar el billete hacia toda esta realidad.