miércoles, 17 de febrero de 2016

Alegre


Alegres sonidos son los que me permito escuchar todos los días.

Y si no los tienes tras abrir la puerta de la alcoba, los busco tal cual explorador su tesoro.

Alegre el sonido de mi despertador, de esa canción efímera que cambia de melodía antes de llegar a odiarla.

Alegre sonido el de los pájaros  que vuelan libres tras las ventanas pero hasta alegres sonido el de aquellos que viven en un balcón vecino.

Alegre sonido el del riachuelo del parque, alegre oírle llegar, alegre oírle ir sin saber a dónde.

Alegre el gentío en las calles del centro un sábado por la tarde.

Alegre hasta  el sonido del generador de churrería ambulante.


Alegre y curioso el llanto de un niño en un centro comercial a rebosar.

Alegres los números que suben en tu calendario del amor y alegre los números que restan para un viernes.

Alegres los que suben en tu peso de la felicidad y alegre los que bajan en la báscula de la verdad.

Alegre el sonido del pestañear, el de hablar, el de escuchar, tocar o sentir.

Alegre pensamiento en los sonidos del silencio estos.
Alegre despertar como alegre dormir calentito.

Alegre todo lo alegre que quieras.
Pararte, escuchar, sonreír porque si.

Toda la alegría que quieras en tus manos.
Alegre porque quieres.

Alegre todo según lo escuches, mires, o sientas.

Insisto, curioso esto de sufrir cuando haya tanto de alegre en  ti.

Tira la sal.
Alegría, alegría.



jueves, 11 de febrero de 2016

Hojas



Hojas que no crujen,
                         Se parten, se rompen,
No estaban secas,  no,
                          Llenas de escarcha.
Odio mucho odio,
                          Rabia, tanta rabia.
Invierno que todo lo hiela, todo.
                         Dime ¿qué esperabas ingenua muchacha?
 Tanto amor, tanta pasión
                         Tanta mierda, tanta mentira.
Asqueroso mundo, hipócrita vida.
                        Odio, vuelvo y odio.
Una y otra vez, lo odio.
                        Mejor no recordar.
Abrigarse y buscar la esquina más tranquila.
                       Perecer, como las hojas, perecer.


Esta triste



Esta triste, lo sé, le conozco.
Tiene unas ganas incontenibles de llorar.

Algo no muy limpio le sacude una y otra vez la cabeza.

No es natural que no pueda avanzar por algo que precisamente la naturaleza siempre hace.

No debería sorprenderle, todos han pasado por ahí alguna vez.
Debe ser duro, haberlo tenido todo y perderlo.

Supongo que la belleza tiene su precio.
A más luz, más costoso trabajo.

Cuanto más alto eres, más alta será la caída.
Todo lo que sube, baja, reitero, no hay nada nuevo.

Ofertas por doquier.
Mil paseos de las estrellas en su camino y mil dignidades que le deslumbraron tanto.
Acabo con cada y una de las estrellas caídas al intento de volver la vista atrás.

Todos los besos furtivos y más deseados, esquivados por su impecable mirada.
Hoy envejece, huelen los muertos a su alrededor.

Ganchos que ardiendo se enganchan a su espalda causando mucho implacable dolor.
Sus huellas brillantes, hoy otros pasos borraron.

Se apaga.
Se mata dulcemente.
Silenciosamente arde.

No hablo de nadie, y eso  raja más.
Sus mejillas son blandas y arrugadas.

Cuanto pierde, lo sabe y no, jamás lo reconocerá.

Se arruga su cara y endurece su orgullo.
Lenta muy lentamente se consume a si mismo ese dios.

Crea o no, pido al cielo que la suerte se apiade de él y pueda sobrellevar su cruz.

Se entienda o no, es suya, y nadie como él, merece sufrir. Muera el dolor, viva su aceptación.



Azul


                 


Humo azul inerte que te deja pálido.
Labios desechos.
Púdrete.

Esa cloaca que vendes, la más profunda, debajo de los rojos infiernos.
¿Sabéis que  me mata?

Las nauseabundas muestras de amor de los infelices terrestres.

Ese veneno encauzado en su nacimiento les enferma de por vida sin vacuna posible.

El mundo se muere.

Mi voz con él.
Mi amor/dolor
Fértil tinta.

Aterrador mañana.
Sombra que atormenta.

Que salvación encierra su movimiento.
El drama de lo desconocido.

La luz de un profundo obscuro.
Cuanto que vivir.

Tan poco vida a mi alrededor.

Llegara el día.
Pero es tarde ya.
Si , tarde y nunca digas más.



martes, 2 de febrero de 2016

La reunión

       

Hay reuniones personales de lo más diferentes.

En algunas nos vamos a reunir con amigos para simplemente pasar el tiempo con ellos.

En otras nos vamos a ver para temas algo más serios.

En unas y otras, esos reencuentros son esperados, deseados y por consecuencia realizados.

Pero hay otro tipo de reuniones  y reencuentros que si bien también esperamos y deseamos, también nos producen mucho miedo y no realizamos o esperamos y deseamos que sean muy tarde, cuanto más mejor, al menos más tranquilos llegaremos a la cita.

Esa cita con los seres queridos que ya no están, ese reencuentro con aquellos que amamos y nos dijeron adiós para siempre.

Sin duda con ellos tendrá lugar la reunión en mayúsculas.

No sé tú pero yo tengo  algún que otro ya en algún lugar donde hoy aun, no puedo llegar a pie.
Algún amigo o medio amigo con el que me falto muchos momentos.

También tengo a una madre y por duro que parezca, una buena madre es lo más importante de la vida y no tenerla junto a ti es uno de los mayores palos que recibirás algún día, un palo del que jamás te recuperaras, aprenderás a vivir con la ausencia pero nunca a superarlo.

Nunca serás feliz del todo al 100%, nunca, hasta la reunión.

Una reunión que no podrás tratar de adelantarla de ningún modo, porque entonces habrás jodido las reglas.

”Sintiéndolo mucho” tendrás que esperar a que la reunión se produzca por causas naturales o por la hora que te toque, en este caso, ni tú, ni tú cita, pondrá la hora de la reunión y si la pusieras te odiare con todas mis ganas y si por otro casual yo anotase en mi calendario la hora de mi reunión os pido que me odiéis con todo vuestro corazón para hacerme pagar la estupidez.

Decía y me perdí que una madre es lo más maravilloso que puedes tener en vida, y  que desgraciadamente a veces la ironía de la vida nos enseña esto, una vez la hemos perdido.

Así que si esto os sirve a modo de consejo, aprovechad mucho a mama, coronarla de flores cada vez que tengas oportunidad, pero no de flores de plástico, si no de las más hermosas y frescas posibles.

Llenarla el alma de besos, a tantos como segundos ella te ha dedicado hasta la edad que tienes.
No te quedes mucho tiempo en tu casa, en tu habitación o en la calle, vuelve tan pronto como sea posible para acurrucarte con ella, olerla, decirle lo bonita que es la vida teniéndola.

Yo sin querer ponerme nostálgico, y alejándome de ello os escribo esto con una sonrisa y con la paz que el tiempo me ha logrado enseñar a alcanzar.

Hasta en cierta manera lo escribo aliviado, aliviado por saber que yo ya lo pase, y si pase esto, puedo con todo lo que me venga.

Si tú también lo has vivido, me entenderás a la perfección y si no pues hasta me apiado de ti.

Finalizare esta entrada diciendo que por favor esnifes todas las respiraciones de tu mama, de tu amor, de tu amigo, de tu amiga, de tus personitas,  y que cuando ya no estén, guardes dentro de ti todo ese aire que te dejaron, pues te hará falta hasta la reunión.

Yo ahora, vivo con la esperanza de que esa reunión se produzca, creo en ello.
Y creyendo en ello, ya pueden pasar 1000 años, que nunca se hará tarde.

Así que ahora, hasta entonces, VIVE*

*( y sin fumar a poder ser, pues es uno de los bolígrafos que anotan horas y aunque quede interesante el humo en el tráiler, te hace daño )
Y sin comer mucha carne animal, si no es mucho pedir, también merecen vivir )

Ginebra (Suiza) 02 de Febrero de 2016                            
Mateo Bocca