sábado, 11 de julio de 2015

Lo que sucedió...

Solía hacer mucho calor en las noches donde sin vernos estábamos mas juntos que nunca.
Sentía que de un suspiro a otro algo iba a suceder algo como sucede un verano, como sucede el arco iris después de una lluvia o como sucede esa extraña calma del aire caliente que pasa por tu ventana en medio de una casi forzada siesta.

Ambos mojábamos de sudor las mismas sábanas, ambos  escuchábamos el mismo silencio así como ambos eramos expertos en aquello de esquivar el mínimo roce en un espació que se reducía a noventa centímetros de un colchón chivato.

Posiblemente amanecería y yo aun me estaría preguntando si el suceso de estar donde estaba era una provocación por mi parte o si mi deseo de algo recíproco era factible.

Esta no era una mañana como todas,cada mañana despertaba al lado de alguien que me provocaba y ahí si estoy seguro que ella me provocaba , el estar muy lejos aun teniéndole enfrente.
Pero ahí estaba yo mucho antes de que llegara la mañana ante una incierta madrugada de respiraciones maravillosas , de prohibidas palabras y de incomodas creencias.



Hay quien a veces imagina su vida si le grabasen como la de una emocionante película, yo en cambio creo que lo emocionante del ser humano es justo cuando se es como se es cuando nadie nos ve.
Es ahí donde somos naturaleza salvaje, y donde precisamente lo que sacarían de grabarnos no seria una burda película, si no un documental.




Y ahí con la mirada ya hecha a la oscuridad las horas acechaban sin parar en cada hora punta y nosotros  habíamos movido más nuestro ser  en noventa centímetros que en una maratón de cien metros libres.
Quizás estáis pensando cosas que no son y es que habló de hacer magia , de movernos por dentro, sin mover un dedo, de gastar saliva sin hablar,de agitarse en deseos sin mover la almohada, de pasar la noche sin haberla habido.


¿Queréis saber que paso?
Lo único que pasa es el tiempo...

En cambio si sucedió..
.
Sucedió eso como sucede un verano, como sucede el arco iris después de una lluvia o como sucede esa extraña calma del aire caliente que pasa por tu ventana en medio de una casi forzada siesta.


Mateo Bocca  


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