jueves, 11 de febrero de 2016

Esta triste



Esta triste, lo sé, le conozco.
Tiene unas ganas incontenibles de llorar.

Algo no muy limpio le sacude una y otra vez la cabeza.

No es natural que no pueda avanzar por algo que precisamente la naturaleza siempre hace.

No debería sorprenderle, todos han pasado por ahí alguna vez.
Debe ser duro, haberlo tenido todo y perderlo.

Supongo que la belleza tiene su precio.
A más luz, más costoso trabajo.

Cuanto más alto eres, más alta será la caída.
Todo lo que sube, baja, reitero, no hay nada nuevo.

Ofertas por doquier.
Mil paseos de las estrellas en su camino y mil dignidades que le deslumbraron tanto.
Acabo con cada y una de las estrellas caídas al intento de volver la vista atrás.

Todos los besos furtivos y más deseados, esquivados por su impecable mirada.
Hoy envejece, huelen los muertos a su alrededor.

Ganchos que ardiendo se enganchan a su espalda causando mucho implacable dolor.
Sus huellas brillantes, hoy otros pasos borraron.

Se apaga.
Se mata dulcemente.
Silenciosamente arde.

No hablo de nadie, y eso  raja más.
Sus mejillas son blandas y arrugadas.

Cuanto pierde, lo sabe y no, jamás lo reconocerá.

Se arruga su cara y endurece su orgullo.
Lenta muy lentamente se consume a si mismo ese dios.

Crea o no, pido al cielo que la suerte se apiade de él y pueda sobrellevar su cruz.

Se entienda o no, es suya, y nadie como él, merece sufrir. Muera el dolor, viva su aceptación.



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