Cerré los ojos sin querer como ese sueño que te obliga a hacerlo alejándote de la canción de los ochenta que suena a través del auricular del que vas perdiendo el hilo.
Y al cerrarlos me caí a un fondo obscuro pero lleno de paz, de esa que no tiene descripción porque solo se vive una vez, como el orgasmo que solo una vez haces sentir a alguien.
Y allí en silencio,sumergido bajo las capas de los miedos, la vida que conocías deja de cobrar sentido ante un lugar donde la respiración ya no es lo más vital, donde llorar es regar las plantas del hogar...
Donde cobra sentido el poeta, donde la cordura se desata, donde ves con tus ojos como se fuga la razón y deja de latir tu corazón.
Mateo Bocca
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