Esta tarde se murió un payaso. Lo más divertido del caso que mientras su cuerpo estaba inerte, la gente aplaudía y aplaudía
Al amor más salvaje, al más despiadado,
Al que con nocturnidad y alevosía se cubre de vicio.
De un vicio que duele, de un masoquismo que hiere.
Un payaso sonriente de juguete.
Con la cara de inexpresividad total
y el corazón de tela sangrando a borbollones.
Mientras a cuchilladas un traidor te va sacando las entrañas.
Y por ese amor soportas y continuas con tu cara sonriente desdibujada
por una trágica lagrima de final.
Estas Inerte.
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